24 mayo 2007

CENSURA: ATENTADO CONTRA NUESTRA LIBERTAD

“La censura es el uso del poder, por parte del estado o de algún grupo influyente para controlar la libertad de expresión”

Esto es algo paradójico teniendo en cuenta, que la libertad no es controlable. Si no, no sería libertad. Y es justo lo que ha ocurrido siempre. Aunque nos hagan creer que hoy en día esto ya no ocurre. La falta de libertad es un hecho.
Desde el principio de la historia, el ser humano ha vivido censurado y la libertad de expresión es algo que incluso ahora es difícil de practicar. Aún teniendo en cuenta que se ha considerado como derecho fundamental, defendido en el artículo 19º de la Declaración Universal de los derechos Humanos.
Esta coerción siempre fue ligada a sistemas de gobierno autoritarios y sobre todo a la Iglesia. Todo ello se hace efectivo a base de desinformación y manipulación de contenido. Incluso a base del uso de la violencia.
Los temas censurados por excelencia son: las ideas, el sexo y la violencia.
Y esto no es, como nos hacen pensar, cosa del pasado. Hoy en día, la censura sigue existiendo y no solo por parte del gobierno o la iglesia (que desgraciadamente aún sigue teniendo suficiente poder como para estar presente en estos aspectos) si no que, lo más común es la propia autocensura; tanto por parte del propio individuo, debido a la cultura y educación recibida, por padres y educadores; como de la gente de alrededor, como familia, grupo de amigos, conocidos, etc.
Analicemos por partes:
Ideas:
Cada persona tiene unas ideas propias que nos hacen ser sujetos con personalidad propia, expresando así el propio individualismo. Estas ideas no han de ser censuradas por nada ni nadie. Pues como dijo John Stuart Mill, la libertad de expresión es esencial para el descubrimiento de la verdad. Si solo conocemos parte de la realidad, nunca podremos ser críticos y lo único a lo que se nos da derecho es a aceptar lo impuesto gracias a esta gran desinformación. Pues teniendo todos los puntos de vista, cada “verdad” individual, se analizará entonces en todo su contexto y de esta forma poder apreciar que ideas son verdaderas, falsas o relativas.
Esta libre expresión de ideas, también da a los seres humanos una opción al cambio, a la evolución cultural e ideológica. Sin la habilidad de opinar libremente, de denunciar lo que se cree injusto y clamar cambios, estamos todos condenados a la opresión.
Cada individuo debe, opinar, denunciar, pensar, escuchar, estar abierto a críticas y evolucionar en los pensamientos. Libremente, sin censuras, sin coerción y sin juicios premeditados.
Sexo:
Este tipo de censura se la debemos a nuestras amigas, la iglesia y la religión. El sexo el gran pecado. La mujer lujuriosa y lasciva, la culpable del pecado original. El placer creado por el diablo, que hace a los hombres débiles. El sexo castigado de por vida, que solo debe ser usado como medio de procreación, siendo el propio parto un castigo de Dios hacia la mujer, el dolor a cambio del placer.
El pudor, el escándalo, por algo tan natural como el propio sexo, que ha sido durante tanto tiempo sinónimo de desvergüenza, impudicia, perversión, corrupción e inmoralidad. ¿Pero a quien se hace daño con el sexo? ¡A nadie! Y si no atenta contra el respeto ni la libertad de nadie, no se le puede calificar de inmoral. Siempre, por supuesto, con mutuo consentimiento, respetando la libertad y derechos de la otra persona. Es algo totalmente natural y de lo que gozamos todos los animales. Nada sucio, pues el placer no debe ser sinónimo de indecencia, sino de felicidad. Así, de esta manera, lo que se ha conseguido es una gran insatisfacción por parte de muchas personas, embarazos no deseados y una gran culpabilidad. Por la falta de información, la vergüenza y el miedo a ser juzgados. Así los padres nunca hablan de sexo con sus hijos y les hacen ver que es algo incorrecto. Muchas parejas no hablan de sus problemas sexuales con total libertad por ese absurdo pudor y así crece esa gran desinformación sobre el tema. Cada uno debe disfrutar de su sexualidad libremente y hablar de ello libremente.
Por estos absurdos tabúes, nos encontramos también películas que duran bastante menos que la versión original, por recortes de escenas picantes o desnudos. Pero ¿Quién no ha visto nunca un cuerpo desnudo? ¿Es algo tan sobrehumano como par no dejarlo contemplar con total naturalidad? ¿Y es que acaso la gente no practica el sexo? ¿O es que lo hacen en la mas plena oscuridad para no ser tachado de libertinaje, sin experimentar más que la mítica postura del misionero, que no tiene por que ser la más placentera? ¿O lo que pretenden los censores es no despertar en los espectadores apetito sexual o lascivia, valla a ser que nos dediquemos a fornicar en vez de trabajar para levantar el país?
Este tema me resulta tanto más que estúpido. Sobretodo cuando descubres que grandes obras literarias, no se han publicado hasta después de haber pasado casi un siglo de haberse escrito, por haber sido tachadas de pornográficas al contener descripciones de relaciones sexuales demasiado realistas o detalladas o simplemente por el mero hecho de mencionar los genitales.
Violencia:
Peleas enzarzadas, sangre en demasía, golpes excesivamente bruscos, aberración del cuerpo. Violencia. Violencia en la televisión. Violencia en la calle. Violencia en casa. Guerras.
La violencia está inmersa en la vida, en nuestro mundo. Evitar mostrar violencia en la televisión me parece absurdo, teniendo en cuenta que es algo hipócrita. Mira la sociedad. No por mostrar violencia en la televisión vamos a convertirnos en seres violentos. Si hay gente así es por su propia moral, no por haber visto demasiada sangre por televisión. Es algo que existe y que no debemos ocultar. Luego la sensibilidad de cada uno es tema a parte, cada uno elige lo que contemplar y lo que no.

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