Las navidades hacen que pasemos más tiempo del conveniente con la familia.
No creo en los valores de la familia cristiana, es más, me dan asco. Quiero a mi familia, pero en pequeñas dosis, la familia es algo que te viene impuesto, no puedes elegirla y por lo tanto, lo más probable es que estés en la obligación de pasar tiempo con gente con la que no tienes nada en común. En mi caso estoy en una posición poco privilegiada... Soy la hija, la nieta o la sobrina, añadimos que tengo menos de 40 años y nos encontramos con el "Son delirios de juventud", "No tienes educación con tus mayores" y cuando ya estás demasiado caliente como para ahorrarte las palabras bonitas cerramos conversaciones con un simple "Es que no se te puede decir nada"
Si, tengo poca paciencia... pero también hay que ponerse en mi lugar... Vivo con gente con una cultura básica que cree hacer mejor que nadie las cosas. No aceptan que alguien difiera en sus ideas y yo lo hago bastante. No saben debatir, creen que el argumento lógico aplastante es "Es que no eres normal". Todos los años durante días enteros tengo que soportar todo tipo de mofa, burla, insulto y risa. Preguntas estúpidas a las que he contestado millones de veces, lamentaciones, críticas y discursos con copa en alto, media sonrisa y con la medalla de la edad, que creen unida a la sabiduría, colgada del pecho.
Sinceramente, no lo soporto.
