08 julio 2008

ORGULLO GAY Y SUPERFICIALIDAD


En estos días Chueca se viste de fiesta, vuelven las pelucas de colores, los adornos en las terrazas y los modelitos escandalosos a Madrid. No es navidad, es la fiesta del orgullo gay.
He escuchado durante muchos años unas grandes críticas a estas fiestas. Se supone que hablamos de reivindicaciones y nos encontramos una gran fiesta, cerveza en las terrazas, gafas de gucci y cabellos engominados, porque la homosexualidad hoy en día es la superficialidad llevada al extremo. Yo no veo esto.
Primero he de decir que nos encontramos en una fiesta y como tal hay alcohol y música. Así son las fiestas de los barrios. Pero al ser este barrio el punto de encuentro gay por excelencia de España, pues ya de paso lo utilizamos de manera reivindicativa. Es la fiesta del orgullo, se celebra que ya no hay que estar asfixiados en armarios, ni seguir esos patrones de comportamiento designados socialmente según lo que escondan tus pantalones. Se pueden casar con quien deseen, no tienen peligro de ser apedreados por la calle y legalmente no pueden ser atacados por su condición sexual. No estoy diciendo que todos los prejuicios estén superados ni que no existan discriminaciones, pero se ha dado un gran salto de unos años atrás al día de hoy (Al menos en nuestro país). Yo lo veo como un claro ataque a la iglesia y toda la sociedad conservadora, donde todo lo que se muestra en esta fiesta es considerado escandaloso. Se les ve felices, liberados y sin una pizca de vergüenza. En su actitud les veo gritar "Soy feliz, disfruto de mi vida al máximo. Mientras que vosotros amargados por vivir en ese mundo designado por dogmatismos, en ese mundo represor, nunca seréis libres, siempre estaréis guiados por normas estúpidas que lo único que hacen es encancelaros en el remordimiento, en la envidia y en la infelicidad, esperando tener vuestra recompensa por llevar esa miserable vida, que rezáis por terminar lo antes posible, en el Edén, ese otro mundo del que siempre quedará la duda si realmente existe, si no estáis desaprovechando vuestra existencia, si no habréis desaprovechado esta vida, la real, si no habéis dejado pasar todos esos buenos momentos que ya no se vuelven a presentar y ahogáis vuestra envidia enfocando vuestro odio en nosotros, que no hacemos mal a nadie, que hemos conseguido ser fieles a nosotros mismos y disfrutar de lo que somos, que como estáis viendo, nos da igual lo que hagáis y digáis, somos lo que somos y no vamos a escondernos nunca más"
Y es que dudo que los homosexuales sean más superficiales que los heterosexuales. Hay heterosexuales superficiales y no superficiales, igual que homosexuales... Una vez en el trabajo escuché a una chica que decía que su bolso costaba más de 200 euros y desde entonces tengo una clara obsesión por mirar los bolsos de la gente y adivinar sus precios pues la mayoría son de esas marcas tan caras que se han puesto de moda. Sinceramente, la superficialidad abunda por nuestras calles y no es por culpa de los homosexuales que hacen exactamente lo mismo que hace cualquier hetero con dos duros en la cartera. Estamos en la era de la apariencia y de la publicidad y ser el mejor vestido y el más sofisticado es nuestra misión en la vida, te gusten los hombres o las mujeres.
Las fiestas de chueca no me parecen deshonrosas, son fiestas... Esa zona no es más pija que sus alrededores, donde hasta en los bares de tribunal el maquillaje de las chicas pueden superar fácilmente los 100 euros, por no hablar de bolsos, zapatos y cinturones...
No son gays, son humanos y desgraciadamente nuestra especie ha alcanzado a esto con su "grandiosa inteligencia". Es triste, pero es así. Los gays no me han decepcionado, me decepciona la humanidad en general.