04 junio 2007

DESLIGANDO LA FELICIDAD DE LA IGNORANCIA

¿Porqué el ser humano tiene hijos para mantenerles el mayor tiempo posible engañados? Creamos seres ficticios y mundos imaginarios, evitamos mostrar la verdad, les tapamos los ojos ante lo malo, creamos fabulas que omiten la realidad y maquillamos el mundo, de tal modo, que no tiene porque ser necesariamente mejor, simplemente distinto. Sabemos que la vida está llena de cosas malas, de corrupción y sufrimiento y en vez de optar por no traer al mundo a alguien que va a sufrirlo, simplemente lo ocultamos.
Ya que por un motivo u otro ese niño o niña ha nacido, mostremos la realidad tal y como es. El deber como padres es educarles, no introducirlos en una burbuja llena de fantasía. Así, este humano tardará más de lo necesario en ser consciente del mundo y en madurar como persona, a ser consciente de lo que nos rodea. Al no estar familiarizado con este sufrimiento e injusticia, nunca hará nada para remediarlo, por tanto crearemos un ser sin ningún tipo de conciencia social, ya que evitamos mostrarle la putrefacción del planeta y todas sus injusticias, por lo tanto cuando sea adulto, pensará que esto es algo que no tiene que ver con él o ella.
La ficción se debe quedar en los libros y las películas y ser siempre conscientes de que es simple imaginación. La fantasía es bella, pero es pura fantasía. Una metáfora de la realidad y con la podemos disfrutar e incluso puede servir como un medio para crear valores éticos a los niños, como en los dibujos animados que llevan un trasfondo moral.
Pero en vez de esto hacemos creer que el mundo está lleno de magia. Que hay seres que viven en nuestros armario para asustarnos, que todas las navidades vendrán los reyes magos y que las estrellas fugaces conceden deseos… Esto no es bonito, no es ilusión infantil. Son mentiras que paran la evolución intelectual de la persona, crea una felicidad ficticia y una desilusión tremenda cuando al crecer nos damos cuenta que el mundo no es tan fantástico como nos lo pintan. Que hay niños muriendo de hambre, hay gente muriendo en guerras, animales sufriendo en mataderos y que después de la muerte solo se encuentra la nada.
El mundo no es como lo imaginamos de niños y todo ese misticismo no existe. La realidad es pura física y química y todo se rige por la ciencia. Algo que no se enseña y no han aprendido a ver que esto puede ser tan maravilloso como la magia y que los seres reales son tan fascinantes como las hadas y los duendes… Creamos autómatas, inconscientes del mundo que les rodea, más que egoístas ignorantes de lo que hay más allá de sí mismos.
Los niños aprenden a base de golpes y de esta forma evitan volverse a caer. Si un niño no conoce la realidad nunca será consciente de ella y por tanto no sabrá a que a tenerse, no sabrá que hay fuera de esas paredes que lo protege, nunca hará nada por cambiar las cosas, nunca sentirá empatía con las victimas del sufrimiento, no las conocerá…
Creamos seres incultos y luego intentamos remediarlo cuando aumentan su edad, pero ya han perdido gran parte de esa capacidad de recoger información, como es la esponja de la mente de un bebé.
Los niños tienen derecho al conocimiento y a no ser engañados. Sino a ser educados.