30 abril 2008

EL VALOR DE LA EDUCACIÓN


Recuerdo mi época de estudiante y el horrible colegio en el que me obligaron a estudiar, con aquellos compañeros con los que nunca me llegué a llevar bien. Pero tuve la suerte de encontrar entre tantos a unos buenos profesores a los que les debo en gran medida lo que soy hoy. Ellos me enseñaron algo más que lecciones, me enseñaron a pensar por mi misma, me enseñaron la realidad que en general en los colegios se intenta tapar, me hablaron de aquellos temas tabúes que el colegio se empeñaba en no mencionar, me enseñaron a pensar, a ser crítica, a estar abierta a más opciones, a descubrir el maravilloso mundo de la lectura, del cine, del teatro, a ser inconformista, a luchar por lo que creo. Desgraciadamente estos profesores no estaban bien vistos entre la dirección y no duraban mucho más de dos años en el colegio.
Durante toda mi vida he estado escuchando historias sobre profesores que son censurados por hablar con los alumnos y alumnas sobre la homosexualidad, sobre el racismo, sobre la pena de muerte, sobre la religión... ¿Y todo por qué? Porque así evitan crear humanos que no están de acuerdo con la sociedad que nos rodea, que se dan cuenta de que el mundo está mal hecho, que hay cosas horribles que ocurren por nuestra culpa y evitan que salgan rebeldes, radicales y todos los eufemismos que se utilizan para designar a los inconformistas que luchamos por conseguir un mundo mejor, que luchamos por la justicia. Alegan que la educación debe ir a cargo de los padres, pero estos están bastante preocupados con llegar al fin de mes y poder comprar caprichos que a los hijos se les antoja como para hacer más que obligarles a hacer los deberes después de lo cual les dejan con sus amigos: el ordenador, la videoconsola y la televisión. Crean autómatas con la única necesidad de consumir enseñada por el televisor que tanto adoran.
¿Dónde quedan las inquietudes? ¿Dónde están las ideas? ¿Qué ocurre con la sabiduría? No existen, terminaremos por extinguir todo vestigio de inteligencia y preocupación social. Porque los padres no tienen tiempo de educar a sus hijos y las escuelas le conceden el privilegio a los padres y al final ¿por parte de quien corre la educación? De la televisión, que solo nos ofrece programas absurdos y anuncios de colonias protagonizadas por modelos anoréxicas, donde la importancia la tienen las más populares y la gente autentica la pintan como locos radicales que no tienen los pies en el suelo y que pierden el tiempo intentando alcanzar una utopía, en otros casos nos comparan con terroristas y la mayoría de las veces nos ignoran directamente.
La educación es demasiado importante como para cargarle el muerto a otro y es que ni siquiera debería estar a cargo de determinados padres que apenas saben llevar sus propias vidas bien. Ser padre (que puede serlo cualquiera) no te convierte en educador, no todos pueden acarrear la responsabilidad que supone de criar a un/a niñ@.
En la escuela se deberían enseñar unos valores basados en la ética, en la igualdad y en la justicia, desechando roles, desechando discriminaciones, despertando inquietudes, enseñando a valorar la cultura y dar mayor importancia al mundo intelectual que a la superficialidad, enseñando la autocrítica, motivándoles a marcarse metas, al crecimiento personal...
Educar correctamente no es alienar, alienar es lo que consigue la televisión. No es manipulación como dice la gente de derechas y la iglesia cuando salio la iniciativa de crear una asignatura llamada "educación para la ciudadanía" A mi me pareció una buena propuesta y creo que es algo indispensable, si se hace bien. Lo que más gracia me hizo fue cuando la iglesia habla de manipulación cuando es lo que hace ella con esa asignatura llamada "Religión" que durante tanto tiempo ha sido obligatoria y tanto se resisten en retirarla definitivamente. Esa asignatura tan poco objetiva que está plenamente destinada a que los alumnos sean católicos. Aquí no se admite una sola objeción pero educar fuera de la mentalidad cristiana ya es ir en contra del libre albedrío (Ese que nos otorgó Dios para que fuéramos capaces de matar, violar y robar) Pero luego nos quejamos de que los chavales nos incordien con el elevado volumen de su música y sus voces en el transporte público, de que no tengan respeto por nada ni por nadie, que haya acoso escolar, maltratos y violencia. Y yo digo bueno, es lo que querían, la educación a cargo de los padres. Y ¿qué hacemos entonces? ¿Educar a los padres para que eduquen a sus hijos? Me parece buena alternativa, pero tampoco se acepta. Entonces dejemos las cosas tal como están, pero luego no nos quejemos.
Las cosas no van bien y eso es porque algo falla y si algo falla hay que hacer algo para remediarlo Pero el ser humanos tiende a pensar que ya se solucionará solo. Y yo pienso en el futuro si todo sigue igual y nos veo con los mismos valores que en la edad media, con prensa amarilla y la literatura reducida a best sellers de novela rosa, muy tontos, pero eso sí, siempre guapos.
Una aclaración: Cuando hablo de la asignatura "Educación a la ciudadanía" No intento hacer propaganda electoral, no me considero de ningún partido en concreto ni una ideología en concreto, como en todo hay cosas con las que estoy de acuerdo y cosas con las que no, y por lo tanto me pueden parecer propuestas o iniciativas de algún partido político buenas, sin identificarme con él.

3 comentarios:

@ngelito dijo...

Me identifico contigo en casi todo, y me ha gustado mucho la frase "evitan crear humanos que no están de acuerdo con la sociedad que nos rodea". Es toda una realidad que vivimos, por desgracia es así de triste.

Pensemos en que algún día todo ello cambiará. Tenemos que tener fe y proyectarlo con nuestros pensamientos de manera positiva.

Un abrazo.

@ngelito dijo...

Chibifree, te lanzo un DESAFIO, pásate por mi blog cuando puedas a recogerlo.

spes dijo...

Yo siempre he pensado que la educación es el pilar de todo.
Lo que le enseñes hoy a un niño le marcará para siempre tanto si reacciona contra ello como si lo hace suyo.

La educación no es lo que mejor anda hoy en día pero por suerte no sólo se da en las aulas, también es posible educar a la gente en el respeto y la igualdad desde una esquina de Gran Vía...